ojos claros

Es estupendo que en el futuro ya no tengamos que gastarnos ni un dólar en viajar. Por ejemplo yo ya no tendré que cumplir uno de los sueños de mi vida viajando a Río o a Venecia para ver los carnavales, porque allí solo se disfrazaran en Noviembre.
Además reconoceremos enseguida el traje típico de Ucrania o de Corea (tanto la del Norte como la del Sur), serán unos vaqueros, una camisa de cuadros y un sombrero de cawboy.
No tendremos que ir a Valencia para tomarnos una buena paella porque lo típico de Valencia, como aquí, serán unas sabrosisimas y jugosas hamburguesas del Macdonals.
El mundo dejará de dividirse en dos entre los que les gusta la Navidad y a los que les pone triste porque a nadie se le ocurrirá cenar el 24 de Diciembre en familia estando el día de Acción de Gracias con un suculento pavo. Adiós a los turrones,están mucho más buenos los Mc furris (o algo asín).
Y sobre todo nos sentiremos todos tan orgullosos de ser los hijos de la patria que ha acabado con la amenaza de los moros, la de los comunistas e incluso la de los extraterrestres, que son los peores.
Jo, que guay, lo bien que me lo voy a pasar mañana, todo el año esperando, me voy a ir de copas disfrazado de bruja, que con no maquillarme y ponerme el capirote de nazareno (que total ya no me va a servir de ná) voy a ir dando un susto que pa qué.
Y ahora os dejo, que me he comprado un montón de calabazas en el Dia y tengo que ponerles ojos y boca. ¡Woooooooou, wooooooooou, cuanta diversión!

El primer efecto y yo creo que el único de ir la "gym" es que uno se entera de que tienes muchisimas partes en tu cuerpo de las que nunca habías tenido noticias y de que todas te pueden doler a la vez para demostrar su existencia. Te dicen que al segundo día se te pasa el suplicio, pero es mentira, a mi antes de que se me pasen las agujetas de un día se me suman las del siguiente y en vez de darle esbeltez a mis andares voy por la calle andando como un abuelico.
Y es que a mi me va a costar entrar en el mundo "gym" y mucho más si me lo ponen difícil, porque lo que yo no entiendo es por qué narices la profesora no para de corregirme todas las posturas, si hasta las gordas y los barrigones lo hacen mejor que yo, que parece que lo hace aposta pa que todos no paren de mirarme con cara de estar pensando "pero que torrrrrrrrrpe". Que yo siempre he pensado que con eso de ser delgado (pero con barriga) y andar diariamente estaba muy en forma, pero ya, ya. Cuando todo el mundo termina los ejercicios sus 30 veces correspondientes yo con una docena estoy que me ahogo y a punto del infarto.
He descubierto que sacar la lengua facilita mucho mi correcto desenvolvimiento gimnástico, que se me va pa los laos dependiendo de qué parte del cuerpo ejercito, lo malo es que a los 10 minutos las babas me llegan por la barbilla, que si no fuera porque me da vergüenza me pondría un babero a juego con el chandal. Y digo chandal por decir algo, porque en el mundo gym es tendencia un pantalón de chandal o de deporte y pero es imprescindible llevar una camiseta de propaganda, que a mi eso me viene muy bien porque le estoy dando salida a todas las camisetas de "Pinturas Bartolo" o "Bar El Gol". Todos vestidos así menos uno que va de profesional, que se pone mayas apretás como si fuera Nureyef (ahora saldrá el filologo de lenguas eslavas pa decirme que ha vivido en Moscú seis meses y como se escribe Nureyef), o una señora muy fina que lleva un tres piezas monisimo.
Y lo mal que lo paso con los gases, que yo nunca había tenido tantos en la vida, pero claro, si te ponen con el culo en pompa, te dicen que tienes que apretar la barriga y doblar las piernas, pues claro, es inevitable dar una explosión; que yo comprendo por qué siempre me hacen tanto espacio a mi alrededor mis compañeros gimnastas. Bueno por eso y por lo del día de las mancuernas, que cuando dijeron que había que coger las mancuernas yo pregunté ¿qué cuernas?, yo vi que había de distintos colores y pensé que era para hacernos el esfuerzo más alegre y menos mal que no me tiré de cabeza a las rositas que luego comprendí que eran las que más pesaban. Que yo ese día lo pasé fatal porque yo no llevaba las pesas, eran ellas las que me llevaban a mi, que si levantaba un brazo se me iba pa tras y recorría un par de metros sin control y llevándome por delante (mejor dicho por detrás) al que pillara.
Eso si, lo mejor de todo es el final, el momento ducha, pero de ese momento os hablo otro día.

Se acercó a mi madre y a mi a saludarnos y en apenas unos segundos estaba hablando de su marido.
-"Fue fulminante, justo hoy hace catorce meses que se murió. Se le durmió un brazo y nos vinimos del pueblo. Enseguida nos lo dijeron: como mucho nueve meses. Te lo dicen así, y sales del hospital….."
Aunque estaba con nosotros no nos miraba, sus ojos estaban perdidos y se convirtieron en agua.
-"es mentira que con el tiempo se pasa el dolor, cada día lo echo más de menos, estoy todo el día sola, sin hablar con nadie".
No fui capaz de decir ni una sola palabra y el silencio siguió pesando durante todo el día.

Ya había pasado por esa calle el día antes, de hecho es una de las más populares de Amsterdam, pero esa noche estaba transformada, se había llenado, como por arte de magia, de corazones rojos por todas partes, de neón, en miles de banderas que adornaban las fachadas, en los escaparates y por supuesto en todos los bares.
Una tradición medieval, según me explicaron después, que trataban de recuperar desde hacía pocos años. Un día, el de los corazones rojos, en el que los hombres se vestían de mujeres y ellas de ellos. Y como no podía ser de otra forma, la tradición la habían retomado fundamentalmente la comunidad gay.
Yo me había puesto lo mejor que tenía, la chaqueta que me había llevado al viaje y que todavía no había estrenado, una camisa que me había comprado esa misma mañana, aprovechando las rebajas holandesas y el vaquero que me parecía que insinuaba todo mejor.
Rob había pasado el día en Leiden, donde vive su familia y a donde se suponía que también iba a ir yo. Lástima, que el día antes ninguno de los dos nos atrevimos a sugerir la idea de ir juntos aunque él lo arregló en el último momento invitándome a reunirme con sus amigos por la noche.
¡He pasado el día buscándote en los museos de Leiden! Bromeó después de haberme presentado a sus amigos que me esperaban tomándose una cerveza en la puerta del pub.
De nuevo, como la noche anterior la conversación se alargó, la gente se fue yendo y fuimos cerrando bares. Uno de sus amigos, alemán, que hablaba español me preguntó si todavía no dormía en su casa y tuve que morderme la lengua para decirle que ya me gustaría a mi y que era lo que estaba esperando.

Estoy seguro de que es un gran paso para mi y un pequeño paso para la humanidad. Ayer me recorrí varios gimnasios. Vi a unos negracos manejando pesas como si fueran cartuchos de cacahuetes, a tíos con cara de sufrimiento extremo y chorreando sudor estirando de unas máquinas propias de las naves interestelares de las películas. Todos rodeados de espejos para poder recrearse con su propia imagen musculosa, sus minishorts y sus posturitas atrevidas. Pero finalmente ME APUNTÉ (esta es la gran noticia) que me he apuntado por primera vez en mi vida a un gimnasio, bueno, al polideportivo más cercano de mi casa. Allí yo creo que no me voy a encontrar tanto glamour atlético, pero estaré más en mi ambiente, rodeado de culos rebosando celulitis y barrigones a juego con el mío.
Dos veces, dos se dirigieron a mi de usted ayer por la tarde. Que no es que sea una novedad, pero a mi me sigue doliendo, y es que entre lo calvo que me estoy quedando y la barriga que antes mencionaba no me han puesto en el grupo de la tercera edad de milagro.
Hoy es el primer día que me toca gym, pero no voy a ir. Tengo otro compromiso adquirido con anterioridad, claro que como sigo así…..