9.3.05

inauguración


A mi es que esto de la crónica rosa me gusta, así que me colé en la inauguración del Ojos, que ya sabéis como son estas cosas, la mitad de los que estaban se había colado.
Al Ojos le hacía mucha ilusión, y hasta estrenó una chaqueta para la ocasión, pero claro, como no está acostumbrado a ciertos eventos le falta gusto para estas cosas. Y no se le ocurrió otra cosa que ponerse camisa negra y pantalón negro. Que ya le dije yo, con lo poquita cosa que eres si encima te pones de luto riguroso vas a parecer un entierro de tercera.
Pero él tan contento, que cuando lo pusieron delante de to el mundo y dijeron unas palabras, que yo no me enteré de na, y veía los flashes por toas partes, él se pensaba que estaba presentando del telediario, a punto estuvo de preguntar ¿cuál es mi cámara?.
Y luego que se ponía tonto, tonto, pero tonto cada vez que alguien se le acercaba para darle la enhorabuena, que yo creo que se le ha subido a la cabeza y al final se va a creer que los papelotes esos que hace son obras de arte.
Pero lo peor era cuando alguien le decía explícame qué es esto, que claro, no me extraña que le pregunten que qué clase de significado tienen los churros esos que hace, que a él se le ponía una cara como de intelectual profundo que se tomaba muy en serio lo que decía y se le notaba muchisimo que no sabía por donde salir y de que era consciente del ridículo tan espantoso que estaba haciendo.
Yo no le hice ni caso, pensé que mejor me empleaba a fondo en intentar comer y beber gratis, cosa que me costó porque los aborígenes del pueblo no dejaban acercarse a las mesas, pero como yo tengo mucha experiencia canapetera y mis codazos son bastante mortales me hice con un sitio de privilegio al lado del queso y de allí no me moví.
Y me acuerdo como se le desencajaba la cara al Ojos cuando vio uno de sus cuadros a punto de salir volando porque la gente se atiraba a los platos de jamón.
Y director del museo que le enseña las cartas del rey y del Zapatero excusando su asistencia ¡pues claro! ¡que se había pensado el Ojos que iban a venir! Yo es que me meaba de risa.
O cuando vinieron pa hacerle la foto pa el periódico, que no sabía que postura coger pa parecer más artista. ¡Pero que ridículo puede llegar a ser el Ojos!
Luego en la cena con sus amigos, venga de decir vamos a brindar, vamos a brindar…todo para que alguien lo hiciera en su honor, él siempre forzando la situación y muriéndose de ganas de que le pidieran unas palabras, que él con tal de que le miren y ser la estrella lo que sea.
Lo del viaje ya lo contaré otra día, porque también tiene su miga.
Fresitisima

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