11.5.05


Es curioso como los estados de ánimo no dependen tanto de lo que nos sucede como pensamos y más curiosa aún nuestra capacidad para sobrevolar socavones o hundirnos en la cúspide de una montaña.
Desde hace meses, y a pesar de que el paisaje que contemplo apenas sufre las variaciones propias de la estación, mi cuerpo se siente ligero y mis alas ágiles, así que desciendo estrictamente lo necesario para poder remontar el vuelo y mirar las cosas desde los aires.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com