3.6.05
vecinos
El ojos sin darse cuenta inauguró el otro día una serie sobre sus vecinos. Y como a mi me gusta de contar las cosas y les tengo muchas ganas a algunos de ellos y como el torpe del ojos no se explica, porque es que no se explica, quesque es mu cerrao, voy a comenzar por sus vecinos de arriba, justo los que viven encima de él.
Pues veréis, son una pareja de novios, y digo que son novios con seguridad, porque no pueden estar casados, que aún no ha salido la ley. Así que viven en pecado, claro que cuando se casen más pecado todavía.
El ojos no los puede ni ver, dice que son un par de niñatos y es que no soporta que pongan la música esa pumba-pumba-pumba, esa que nos ponemos los modernos para ponernos hasta arriba de pastis, la típica música del Pasapoga, con todos los musculocas luciendo cuerpo (como el ojos nunca ha tenido nada que lucir) y que la pongan a todo volumen a las 4 de la mañana, que ya ha subido un par de veces con los pelos de punta y a medio vestir a llamarles la atención. ¡Y es que al ojos en cuanto le sacas de su poquito de flamenco, su rarezas folk y la Rafaella Carrá está que no se haya!
Que lo que le pasa al ojos es lo de siempre, que se muere de envidia, porque los ve a ellos tan mega hiper fashionsisimos, con esos pantalones tan ajustadisimos, que no es que marquen paquete, es que marcan por separado cada una de las partes componentes del paquete, que bien que se fija él. Y esos cortes de pelos tan a la última, y esos reflejos rubio-nordica. ¡que van siempre monisimos los dos.
Y como toda pareja gay que se precie tienen un mini perro, de esos mini, nimi, pero mini, que le da por chillar, que no ladrar, también a las 4 de la mañana, que yo no sé lo que pasa en esa casa que toda la actividad se concentra en la franja horaria de 4 a 5 de la madrugada. Porque más de una vez el ojos se a despertado oyendo los gritos de uno y los gemidos del otro, que yo creo que de eso también le viene la ojeriza que les ha cogido el ojos, que ya digo que todo es pura envidia.
¡Con el gusto que da mirar la cuerda de tender, una hilera llena de tangas de hombre ¡todos de marca, por supuesto! que para eso son gays y en cientos "ambientes" la marca es lo primero.
El ojos tiene la esperanza de que al ser tan jovecicos se cansen pronto el uno del otro y se vayan cada uno a su casa con sus madres, pero cada tarde cuando el ojos está merendando y llegan de trabajar se dan un besos que suenan desde el cuarto hasta el bajo y el ojos está perdiendo ya todas las esperanzas.
Mañana más.
Fresitisima
