20.10.05

escupir


Nunca he sabido escupir. Yo veo a los hombres como dios manda que sin inmutarse, mientras andan por la calle, sin ni siquiera apartar la mirada del prójimo lanzan el escupitinajo con un fuerza sobre natural, como una bala y encima creo que aciertan con el objetivo que ni siquiera han visualizado.
Yo no sé lanzarlo con fuerza, con lo cual si no me preparo bien mentalmente se me cae encima, como si fuera una baba incontrolada. No me gusta escupir, pero cuando tengo un gargajo en la boca, un moco verde o amarillo que me ha llegado de la nariz y no ha continuado por la garganta, tengo que escupirlo. Y lo peor es que me da vergüenza hacerlo en la calle, así que lo mantengo en la boca hasta que encuentre un sitio discreto, que no me vean expulsarlo y donde no decore demasiado, tipo arriate de un árbol o entre dos coches aparcados. Y por supuesto tengo que pararme porque si voy andando muy de prisa (como siempre) puedo acertar a escupirme a mi mismo en mi misma cara. Lo más difícil es elegir la cara de dignidad y a la vez de completa inocencia una vez desinflados los carrillos.

This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Weblog Commenting and Trackback by HaloScan.com