30.11.05
acabaré más o menos tropical
Mi amiga La Antoñitamari es una mujer muy segura de sí mima, una mujerona de los pies a la cabeza y por supuesto no iba a dejar que le quitaran protagonismo ni la Pepa ni la Karola, así que cogió a sus criaturas y las puso a pintar la falda que lució ¡angélicos! Al diseño, digamos que "artístico" de la tela le añadió una colección de enaguas y cancanes que hacían que el volumen de la Toña se multiplicara por 27, así que donde iba ella había que desalojar la mitad de la habitación, que yo vi a gente que se acercaba a dejar la copa, pensando que eran las faldas de una mesa camilla. Pero lo absolutamente espectacular de la Antonia, lo que de verdad levantó pasiones y las más venenosas de las envidias fue el vertiginoso escote que llevaba, tanto que no se sabía si lo que iba a salir volando era la mariposa tatuada en unos de sus poderosos senos o eran los pezones los que iban a salir disparados. Que si llega a estar el Sr. Gallardón, viendo ese canalillo se le quitan las ganas de hacer zanjas para el resto de su vida, que allí se podía enterrar la M-30, con sus tres carriles en cada sentido y los arcenes incluidos.
La estrategia del Pedro estaba claramente estudiada, también decidido a ser el centro de atención fuera como fuera, que en vez de una fiesta parecía un congreso de egocéntricos, no contento con aporrear las cuerdas de la guitarra y soltar gallos a diestro y siniestro, con la excusa de los problemas técnicos nos obligó a oírlo por triplicado. Pero lo más divertido era verlo disfrazado de chico joven ¡a su edad! con los pantalones caídos, que no paraba de bajárselos para enseñar los calzoncillos de CK, que pa mi que eran del mercadillo y los tatujaes pintaos que terminaron siendo borrones, que parecía un minero recién salido de la galería. Y cuando ya nos habíamos habituamos a su imagen para seguir impactando terminó quitándose la camiseta encima del podium.
Otra que fue dispuesta a sorprender, es más, a escandalizar, fue la Marita, que el Ojos no se lo podía creer, ella siempre repartiendo besitos dulces y cursiladas semejantes y apareció embutida en cueros negros, con un chaleco que enseñaba bastante más que ocultaba. Que pa mi que no iba disfrazada, sino que es lo que se pone para ir a por el pan, porque tanta naturalidad en la provocación cuando se subió al podium no podía ser ensayada. Pero si algo tuvo éxito de su indumentaria era el pedazo de porra que empuñaba, que ella decía que era un simple accesorio, pero se le notaba que tenía un dominio de la porra que pa qué y lo mejor era que dado el público asistente a más de uno se le hacían los ojos chirivitas y se le ocurría muchas utilidades para el instrumento.
La marida, si algo tiene es que es mu profesional y a parte de un montaje audiovisual estupendo y un montaje de luz y sonido mejor que el de la Expo de Sevilla (que antigua soy por dios!), debió de pensar que las necesidades del guión eran las necesidades de guión, así que si algunos llamaban la atención por la sobreabundancia de ropa él la llamaba por la escasez y se pasó la noche poniendo las casettes y el tocadiscos en calzoncillos.
Ya me estoy alargando otra vez, mañana me despacho con el Ojos.
Fresitisima
