28.12.05
amigos
Lo que más odio de estas fechas es tener que asistir a la cena (este año comida) de empresa. El viernes pasado tuve mi ración que se alargó hasta la eternidad. Volví a casa borracho, con el peor sabor en la boda, sintiéndome un bicho raro que nunca ha habitado en este planeta y que nunca podrá hacerlo.
Esa noche vino a casa Pepeniebla, Abasenta y tres amigos más y el mundo se volvió tierno conmigo, la música sonó mucho más dentro que fuera y pasé calor aunque estuviera helando fuera y las ganas de llorar que tenía continuaron pero de alegría (bueno igual influían también los licores y los alcoholes y que cada vez me parezco más a Bustamante), pero lo cierto es que cada vez me doy más cuenta de lo importantes que son mis amigos para mi.
