20.1.06
querer-SE
El otro día vino E. a verme a casa. Nos conocemos de las clases de traducción de italiano en la universidad, es decir, hace ya miles de años. A pesar de ser casi vecinos y de lo que nos queremos se pasan los meses y casi los años sin vernos. Así que cuando nos vemos siempre vamos a lo esencial, y eso es una de las cosas que más me gustan de ella, a pesar del tiempo y de lo que van cambiando nuestras vidas nuestros encuentros siempre son como recientes y muy íntimos.
El otro día no paró de llamarme la atención sobre cada frase o comentario que yo hacia que delataban lo poco que me quiero. Me propuso ir apuntándolas, cosa que por supuesto no me atrevo a hacer. Y es que soy así: no sé quererme.
